lunes, 26 de diciembre de 2011

El origen del villancico...

En estas fechas en las que se respira un aire navideño por doquier resurge como cada año un tipo de música que recibe el nombre de “villancico”. Sin embargo, pocas son las personas que conocen el origen de estas melodías que, año tras año, llegan a nuestros oídos en tan entrañables fechas.



El villancico es una de las manifestaciones más antiguas de la lírica popular castellana que en sus orígenes consistía en una breve canción estrófica con estribillo que solía tener el esquema aBccaB. Su melodía principal se hallaba en la voz superior y normalmente estaba destinado a ser ejecutado por un solista al que le acompañaban dos o tres instrumentos.

Esta denominación apareció en el siglo XV refiriéndose a una canción en lengua vulgar que se apoyaba en las formas estróficas responsoriales como el virelai, el zéjel, la ballata o las cantigas paralelísticas. Las primeras fuentes documentales en las que aparece la palabra “villancico” son el Cancionero de Stúñiga (ca. 1458) y el Chanssonier d’Herberay (ca. 1463), más posteriores son el Cancionero de la Colombina y el Cancionero musical de Palacio. Juan del Encina a finales del siglo XV fue el autor más representativo de este género, en sus composiciones utilizaba el tiempo binario y para aquellas obras que tenían una temática popular el ternario. El villancico en esta época ya consistía en una forma musical y poética que alternaba coplas con estribillo.

Hacia el siglo XVI debido a que las autoridades eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en la liturgia composiciones en castellano como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica, el villancico poco a poco va cambiando su temática sobre el amor cortés para ir centrándose en temas de tipo religioso. De esta manera en los albores del siglo XVII se empieza a utilizar en los responsorios de maitines de las principales fiestas litúrgicas como la Navidad, Hábeas Christi, Asunción, santos locales, Epifanía, Trinidad, etc. Así los villancicos se convertirán además de en un obligado ejercicio para acceder al magisterio de capilla, en una de las principales obligaciones compositivas del maestro de capilla para las principales fiestas del calendario litúrgico.

Durante el siglo XVII la interpretación de villancicos se hace cada vez más frecuente a pesar de las prohibiciones por parte de las instituciones conservadoras. Prohibiciones que se basaban en que el uso de los villancicos se había convertido en una práctica cada vez más usual de cancioncitas con forma de diálogo que recreaban la sorpresa de los pastores ante el misterio del nacimiento de Jesús. Temas como este se convertían en un excelente pretexto para realizar divertidas parodias en las que se hacía la burla correspondiente de personajes arquetípicos de diversas nacionalidades. El villancico del siglo XVII tiene una gran complejidad técnica y formal aumentándose el número de voces incluso hasta ocho distribuidas en dos coros dispuestos en diferentes lugares de la catedral y acompañados con instrumentos como el arpa, el violón y el órgano. Los villancicos de este siglo nos han llegado en manuscritos de borrador y en hojas sueltas para cada voz dejando de lado la escritura de facistol para este tipo de género.

El siglo XVIII está marcado por la gran influencia que ejerció Italia en cuanto a música se refiere y no sólo nos estamos refiriendo a la ópera o a la zarzuela sino también al villancico. Influencias italianizantes en el villancico fueron el estilo recitativo, las arias da capo y el estilo compositivo de la ópera seria italiana que provocaron un aumento en la plantilla de las orquestas de las capillas de música catedralicias, una mayor exigencia a la hora de interpretar dichas composiciones junto con una desmedida inversión musical de los centros catedralicios que no rentabilizaban sus resultados prácticos. Los villancicos seguirán teniendo las características populares del siglo anterior que se irán fundiendo con las características musicales de este siglo, situación que provocó que los villancicos se utilizasen en contextos litúrgicos pero esta vez con fines didácticos. Poco a poco se van introduciendo elementos teatrales en las iglesias buscando provocar en el pueblo afectos muy diferentes a la contemplación divina que se conseguía con el viejo estilo polifónico. Compositores importantes de este periodo han sido el padre Antonio Soler, Antonio de Literes y José de Torres. Estas influencias italianizantes provocaron que el villancico fuera definitivamente proscrito de la liturgia a finales de este siglo XVIII, de tal manera que en el siglo XIX los villancicos habían desaparecido de la liturgia siendo sustituidos por los tradicionales responsorios gregorianos. Así todo el patrimonio de villancicos quedó en el mejor de los casos almacenado en los archivos catedralicios, gran parte del cual aún está por publicar.

Hoy en día al referirnos a la palabra “villancico” hacemos referencia a la canción de navidad que tiene sus orígenes en distintas culturas populares de cualquier nacionalidad. El villancico que estamos acostumbrados a oír en estas fechas tiene una estructura melódica y armónica sencilla y normalmente suele estar interpretado en las voces por coros de niños / as, suelen tener melodías facilonas y poco elaboradas armónicamente. Actualmente el uso del villancico está ligado al fomento del consumismo típico de estas fechas, prueba de ello es que la publicidad utiliza la música de los villancicos a finales del mes de noviembre, con lo cual se amplía el periodo navideño de forma considerable con el objeto de fomentar aún más el consumo en estas fechas.

Fuente: Ernesto Oviedo Armentia. Diplomado en Educ. Musical (Soria).

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Tallita y las clases de religión...

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LA NAVIDAD

Divertida Representación animada, "Nace Jesús" ....

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Carta escrita por unos jóvenes de Solsona (España) a Jesús de Nazaret.

Carta al Niño Jesús
Querido Jesús:

Hace días que te hemos escrito una carta, pero no nos atrevemos a echarla, lleva malas noticias. Y ya sabes que según qué cosas se diga, cuesta mucho decirlas. Esperamos que nos entiendas, por eso la ponemos en el correo.

Se acerca Navidad, el día en que tú quieres volver a la tierra.

Hemos pensado que no vale la pena que vuelvas. Las razones por las que nos parece inútil tu vuelta son muchas:

En las fiestas de Navidad todos los años pasa lo mismo: unos días de fiesta, mejores comidas, vestidos elegantes, mucha bebida, regalos, noches sin dormir. . . Y llega el día siguiente de los Reyes y todo y todos continuan como antes de las fiestas.

Vemos que son muchas las cosas que van mal por aquí y no parece que se vayan a arreglar: gente sin trabajo o mal pagada, gente que tienen casa y familia, pero viven como si no la tuviesen, matrimonios que viven malamente, pueblos que no se ayudan. . . y en las ciudades: atentados, violaciones, miseria, etc.. Y en muchas partes del mundo guerra y hambre.

Tu Navidad es un comercio para alimentar a los que ya están hartos: para burlarnos del "Paz a los hombres de buena voluntad...". Se hacen regalos a quienes ya tienen o a aquellos de quien se espera algún favor. Los hermanos de lejos o que no son de los "nuestros" no reciben ni una migaja de nuestras cosas, ¿Qué pueden pensar de nuestra Navidad?.

¿Ves? No sirve para nada que vuelvas. Son muy pocos los que te van a escuchar. No despiertes a los pastores, no llames a los ángeles, no hagas caminar en vano a los Reyes. Quédate en el cielo y lo pasarás mejor.

Perdona si nos hemos pasado con nuestros consejos, pero son realistas. Interesan más el dinero, los banquetes, los regalos, las armas que el "Niño del portal" y lo que nos puede decir.

Queríamos acabar diciéndote "adiós" que quiere decir que sigas con Dios. Acabamos diciéndote: "Con-los-hombres", arregla esto como puedas porque sigues con los hombres.

Tuyos.
Unos jóvenes de Solsona (España).
Respuesta de Jesús

Queridos amigos:

Os agradezco vuestra carta. La hemos leído con José y María y la hemos comentado todos los del cielo. No tengáis miedo de explicarme vuestras cosas por muy negras que os parezcan. Me interesan y os prometo que ninguna de vuestras cartas quedará sin respuesta. Me habéis escrito: "No vale la pena que vuelvas porque mucha gente no hace caso de eso". Aquí sí que os equivocáis de medio a medio. Tengo que explicaros dos cosas: Una, cómo estoy ya entre vosotros -y dentro de vosotros- y otra cómo casi todos los hombres me buscan y me suelen encontrar. Cualquier día podemos hablar. De momento, comenzad a pensarlo y sobre todo intentad experimentarlo.

Ahora, ya en vísperas del 25 de Diciembre, quiero recordaros algunas maneras de celebrar la Navidad. Cristianos como vosotros la celebran, la celebramos muy bien. Escuchad.

- Cada vez que pensáis en los otros entendéis la NAVIDAD
- Cada vez que rezáis y ayudáis a rezar descubrís la NAVIDAD.
- Cada vez que admiráis y queréis la belleza, la vida, la justicia, la bondad, queréis y admiráis la NAVIDAD.
- Cada vez que te decides a perdonar, consolar. comprender, crear alegría. . ., anticipas la NAVIDAD.
- Cada vez que descubres tus miserias y las aceptas y cuentas contigo mismo y conmigo, deseas la NAVIDAD.
- Cada vez que tú, novio, tratas a la novia que quieres; cada vez que tú, esposo, tratas a tu esposa como José trataba a María. Cada vez que tú, novia, tratas al novio que quieres; cada vez que tú, esposa, tratas a tu esposo como María trataba a José... disfrutáis ya de la NAVIDAD.
- Cada vez que los mayores veis a los pequeños como semejantes a mí, a Jesús; cada vez que los pequeños sabéis ver en los mayores a mi Padre, hacéis venir la NAVIDAD.
- Cada vez que te preparas o eres ya un buen profesional honrado y capaz, aseguras una vida de NAVIDAD.
- Cada vez que buscas a los pobres, a los que no tienen nombre, a los necesitados, celebras y haces celebrar la NAVIDAD.

No acabaría. Paro. Sois suficientemente listos y buenas personas para continuar la lista y encontrar la manera de celebrar tu Navidad, mi Navidad, nuestra Navidad.

Recuerdos a los padres, hermanos y amigos; a los abuelos y al más desgraciado del pueblo. Saludad de mi parte a los que os cuesta saludar. Estoy con vosotros y con cada uno de vosotros.

Jesús.

Fuente:
Tallita y las clases de religión..

domingo, 11 de diciembre de 2011