Luis Guitarra. Foto: Victoriano Izquierdo
‘Desconvocar el odio, desestimar la ira, rehusar usar la fuerza, rodearse de caricias. Reabrir todas las puertas, sitiar cada mentira, pactar sin condiciones, rendirse a la Justicia’.
Basta escuchar una sola vez la canción
‘Desaprender la guerra’ para que el estribillo se repita una y otra vez en la cabeza. Historias personales y reflexión social se mezclan en las letras de Luis Guitarra.
Un músico atípico, que desde que grabó su primer disco en 1995 optó
por no poner precio ni a sus canciones ni a sus conciertos. Es el público quien valora su trabajo y aporta lo que puede o considera adecuado.
Los beneficios de esta particular manera de distribución
El precio lo pones tú han servido para crear una organización sin ánimo de lucro,
Como tú, como yo, dedicada a ayudar a salir adelante a personas con dificultades. Su estrategia, 18 años después de la grabación de su primer disco, resulta la de un visionario que supo apostar por la autoproducción cuando la hegemonía de las discográficas no presagiaba ni de lejos su actual desconcierto.
Con
70 conciertos en 2011 en centros culturales, colegios mayores, iglesias, albergues, auditorios o cárceles y
25.000 discos distribuidos, el éxito de su proyecto es palpable.
Luis Guitarra y Pilar Portero en un momento de la
entrevista. Foto: Victoriano Izquierdo
Pregunta. Elegiste estar fuera del circuito comercial después de tener un grupo, ‘Sin ceros a la izquierda’ y grabar un disco con una discográfica ¿Por qué?
Respuesta. El disco sonó en las radiofórmulas. No tuvo mucha promoción, se vendió poco y aunque nos ofrecieron grabar otro, nos quedamos desilusionados y cada uno tiró por un camino. Yo ya compatibilizaba el tocar en grandes escenarios con conciertos mucho más íntimos.
En unos me decían al terminar, ‘que bien me lo he pasado, que chulo el montaje’ y en otros, ‘esa canción me ha llegado, he sentido algo especial. Por eso cuando el grupo se disolvió, no me importó. Ese mundo no me atraía. Una vez un amigo me dijo que una compañía se había interesado por mis canciones y las ofrecí para otros artistas, pero la compañía me dijo que querían que las cantara yo, que les mandara una foto. Fue la época en que acababa de salir Alejandro Sanz y se había pasado de los grupos a los solistas. Les respondí que no encajaba en lo que yo buscaba.
Pregunta. ¿Cómo se te ocurrió autoproducirte?
Respuesta. Fui a tocar al Penal del Dueso en Cantabria y pasé unos días en una comunidad que había formado mi amigo Sandalio para acoger a presos que estaban de permiso. Juan, un chico muy callado que estaba allí, se animó a contar su historia después de escucharme tocar ‘La historia de Lucia’.
Sandalio pensó que mis canciones podían servir para trabajar con los presos y me convenció de grabar. Los músicos y todos los que participaron en el disco lo hicieron altruistamente. Hicimos quinientas copias en cassette y quinientos CDs, que entonces eran la novedad.
El percusionista me dijo ¿y ahora que vas a hacer con esto porque ha quedado muy bien? ¿lo vas a guardar debajo de la cama? Yo no podía cobrar por que eran historias de marginación y sufrimiento y no tenía intención de aprovecharme de eso. Mi idea era ponerlas a disposición de la gente. Al final llegamos a que cada persona aportara lo que quisiera o pudiera. Y así surgió lo de ‘este disco no tiene precio, el precio lo pones tú’.
Foto: Victoriano Izquierdo
Pregunta. Y la asociación ¿es consecuencia del precio lo pones tú?
Respuesta. Con las aportaciones de los discos y conciertos creamos la ONG ‘
Como tú, como yo’ en el 2002, entre un grupo de músicos y gente relacionada con el mundo del arte. No hay que delegar la responsabilidad. En realidad, cualquiera puede hacer cosas por los demás solo con querer.
Diez años después está idea pervive, y lo bonito es que con unos ordenadores, un espacio y voluntad, claro que puedes tener una organización eficaz. Nosotros somos una pequeña ONG aunque tengamos una página web muy bien hecha. Y estamos abiertos a recibir cualquier sugerencia siempre que esté avalada por alguna persona vinculada a la organización.
Llegan mails de proyectos de países en los que no tenemos capacidad de verificar, otras son de gente que he conocido en un viaje y he visto su labor y la situación que existe. Abordamos proyectos en América Latina y África y también cosas muy vecinales, muy de la calle, del día a día. Por ejemplo, cuando alguien llega y te dice ‘oye me van a cortar la luz y no tengo donde acudir’. No dependemos de subvenciones, nos financiamos con aportaciones particulares y desde la filosofía de precio libre”
Pregunta. ¿Qué tienen tus canciones para que las demanden tanto?
Respuesta. Me di cuenta bastante pronto que el lugar donde nacen las canciones, ahí es donde van a llegar. Si yo escribo una canción desde la técnica o la profesionalidad, así será valorada. Si hago una canción divertida, para entretener y para bailar, de esa manera se percibirá. Si la escribo desde dentro, desde el corazón y las cosas que me mueven, esas son las cuerdas que tocará en quienes me escuchan. Es más fácil situarse en unos sitios que otros, pero también el resultado es distinto.
Pregunta. El equipo que te rodea, ¿qué tal se toma lo de no saber si va a cobrar por su trabajo?
Respuesta. Todos somos parte del mismo proyecto. Aun así, tienen mucho mérito. Es curioso porque la gente me ve a mí, pero si te fijas hay mucha más personas a mi lado. Sin una discográfica y sin apoyos de ningún tipo no se puede estar durante tanto tiempo.
Desde el principio ha habido gente muy valiosa y muy profesional a mi lado. De todos los músicos que forman la banda, yo soy el peor con diferencia. Me dicen ‘qué bien suena la guitarra’, y respondo que las guitarras que suenan bien son las de los demás. Por ejemplo, en la grabación de ‘Desaprender la guerra’, en el diseño, en el vídeo y en la guía para trabajar a partir de la canción han participado más de 40 personas desinteresadamente.
Pregunta. ¿Cuándo escribiste tu primera canción? ¿Es muy costoso componer?
Respuesta. A los 15 años compuse la primera, con 16 escribía una canción por mes, unas 10 canciones al año. Mis primeras 40 canciones fueron las que necesité para aprender a componer y eran muy malas. Ahora soy más lento escribiendo. Por ejemplo ‘¿Quién?’, que es una canción bastante conocida y muy difundida por Internet, tardé ocho meses en escribirla.
La empecé volviendo de un viaje de Perú y Ecuador, justo en el aeropuerto de Lima y luego la terminé en África. Y en esos ocho meses fui recogiendo preguntas que nacían en mí o que escuchaba a mi alrededor.
Pregunta. ¿Practicas la crítica social?
Respuesta. Soy periodista de formación y me di cuenta hace mucho que entre cantar y contar hay poquita diferencia.
Voy atento a lo que hay alrededor y lo cuento cantando, intento ser objetivo. Es cierto, que casi todo lo que canto son cosas que me conmueven y me emocionan. Si hablo de los presos me refiero a lo absurdo de las leyes. Cuando una persona ha reiniciado su vida y le quedan aún 12 años de condena eso ¿qué sentido tiene?¿no hay otra forma de abordar el delito o las situaciones de los delincuentes? Pues claro que la hay.
O cuando le pones nombre a una de las miles de personas que hay durmiendo en las calles de España con la historia de una mujer real llamada Lucía. ¿Eso es hacer crítica? Mi objetivo no es denunciar. Cuando canto ‘Lucía muere cada día al pasar la gente’quiero señalar que Lucía muere también cuando paso yo, porque es auténtico, paso por su lado y no hago nada. Las canciones que cuentan historias llegan a la gente de forma especial. No es lo mismo hablar de la injusticia o la pobreza en abstracto que personalizarlo.
Pregunta. Tu web, www.luisguitarra.com, es todo un mundo. Se pueden escuchar y ver las canciones, pedir los discos, consultar los conciertos, conocer la asociación…
Respuesta. Me costó tener una web aunque me lo aconsejaba gente que sabe y ahora estoy encantado y muy agradecido pues todo me resulta más sencillo. Además tengo una base de datos muy nutrida. Uso mucho el correo electrónico y el
Facebook. Cuando alguien me escribe algo personal provocado por una canción, me cuesta responder solamente un gracias o ánimo. Me tomo mi tiempo para ciertos mails. Al final de los conciertos me quedo hablando con la gente y firmando discos. Igual me paso hora y pico… pero cómo voy a firmar sin más con un ’con mucho cariño’.
Pregunta. ¿Existe la tentación de aprovecharse del precio libre o la gente es generosa?
Respuesta. Hay quien te pide un disco y no da nada, aparentemente, porque luego llegan muchos donativos anónimos. Es injusto que te den uno o dos euros por un disco y también que recibas 500 euros, que a veces nos los dan. Cuando se presentó el último disco alguien se quedó con 10 CDs discos por 3.000 euros. También tenemos un fondo para cuando vamos a actuar a sitios donde no nos pueden pagar nada, como una cárcel, por ejemplo. Lo bonito es que en esa caja jamás ha faltado dinero.
FUENTE:
http://www.heroesocial.es/2011/11/luis-guitarra-como-recomponer-vidas-a-base-de-canciones/
http://www.pastoralsantiago.org/2010/01/valivan-en-la-semana-de-familia-de.html
Gracias a la Familia Olguín-Mesina por su admirable labor de evangelización.